El 6 de diciembre de 2015 se casaron
Jose Luis e Ignacio en pleno valle del Jerte. Todas las bodas son maravillosas, todas tienen su momento y su particularidad . Pero esta boda era muy especial y muy esperada.
Fue un día de muchas emociones, de mucho mucho
amor pero sobre todo fue un día de
libertad.
Reímos y lloramos mucho por dos grandes amigos que se quieren de una forma... de una forma que no creo que pudiera expresarlo con palabras.
La luz, los colores, los sonidos, el olor .... todo estaba a su favor para crear un micromundo, un lugar especial en la tierra para ese día.
La energía era distinta y todos los invitados disfrutamos de cada detalle, de cada preparativo ( que fueron muchos)
Farolillos, libélulas y hojas otoñales nos acompañaron en la ceremonia.
Piñas, velas , madera y paniculata para los centros de mesa.
Candy bar , photocall y un millón de sorpresas nos esperaban en el baile. A mis zapatos ( los que llevé en mi propia boda) les esperaba una divertidísma tarde.
Una iluminación delicada y cálida
El photocall era precioso , una estructura sujetaba unas guirnaldas de luces que se tapaban con varias capas de tul. El efecto era espectacular.
Una boda mágica para no olvidar, en un entorno precioso y lleno de amigos, que más se puede pedir?
Os deseo toda la felicidad del mundo y que vuestro amor sirva de ejemplo para unirnos , para que algún día ese amor sea el motor de la humanidad, del mundo, del universo....
Os queremos
