El día 1 de diciembre mi princesa Olivia cumplió dos años. Son ya muchos días desde que mi niña llegó provocando una revolución y poniendo mi vida patas arriba.
Porque la maternidad es maravillosa pero muy dura también. No me refiero a la falta de sueño y a la absoluta dedicación, sino al cambio emocional. Hablo de intentar continuar con tu vida laboral entregándote al máximo y después poder dedicar el 100% de tus energías a la familia.
Te sientes constantemente exhausta , como si todo lo que haces se queda a medias y eso resulta frustrante, al menos para mi .
Yo lo intenté , puse todo mi empeño pero mi cuerpo pidió una tregua. Mi cuerpo dió señales no muy buenas de que algo no iba bien. Tuve que parar, analizar y elegí dedicar ese 100% real a mi pequeña, a la niña de mis ojos, a mi cascabel.
Lo he pasado realmente mal, mi autoestima cayó por los suelos y me invadió la tristeza pero mi hija me salvó.
Siempre he dicho que todo ocurre por algo, después de un tropiezo viene lo bueno, cuando coges impulso y te levantas reforzada.
Necesitaba dejar de vivir con estrés y llevar una vida más tranquila o al menos más acorde con mis principios y forma de ser. Decidí parar , tomarme un paréntesis y ahora disfruto de su compañía cada día, de la naturaleza que me rodea y de mi familia al completo.
Mi hija me abrió los ojos y le estoy muy agradecida.
Gracias mi princesa Olivia
Me has emocionado con tus palabras. Creo que hay que ser muy valiente para tomar esa decisión, y tú tenías una buena razón para tomarla y seguro que ahora eres mucho más feliz. Enhorabuena por tu arrojo y por tu princesa!!!
ResponderEliminarMe has emocionado con tus palabras. Creo que hay que ser muy valiente para tomar esa decisión, y tú tenías una buena razón para tomarla y seguro que ahora eres mucho más feliz. Enhorabuena por tu arrojo y por tu princesa!!!
ResponderEliminar